viernes, septiembre 16

This party feelings



Cuando era chica siempre me preguntaba por qué la mayoría de los músicos ultra rockstar terminaban reventados y cagados, dejando lo que realmente los motivaba por uno que otro cuete. Me decían que la adrenalina de estar en el escenario y la euforia de la gente los hacia sentirse dioses y que después de terminado el show la única manera de volver a ese estado de alegria inmesa era con drogas y copete.
No es que me esté autodenominado rockstar ni mucho menos (ya lo quisiera) pero el año pasado tuve mi primera presentacion musicalsh frente a 300 personas -para el dia del profe en mi colegio- y creanme, esa sensación de los cinco minutos antes y los cinco después es una wea indescriptible.
No es el típico nerviosismo pre-disertación, ni pre-interrogacion oral. Es algo que va más allá de equivocarte en alguna nota, o entrar desfazado al coro. Asuntos que no son algo menors, pero que importan poco cuando se levanta la frente y de lo único que dan ganas es de salir corriendo.
Vulnerabilidad absoluta.
Pero cuando ya han pasado dos estrofas de la canción y el bajista te mira con cara de "estamos sonando la raja" todo empieza a tener sentido y hasta lógica.

Todo esto para decir que ayer fue la Peña Folcklorica y el cuadro mapuche estaba a cargo de los 4tos medios. La música en vivo por los Musicos electivos y el baile por los otros.
Nervios no tanto, las canciones eran relativamente fáciles y el sonido no era tan pulcro como para que se notaran las pifias. Simplemente ansiedad.
Según el público fue lo mejor de lo mejor. Felicitaciones iban, felicitaciones venían.
Para nosotros era la última actuación en el colegio, para ellos la última vez que nos verían disfrazados.
La emocion no era algo de lo que pudiesemos ni quisiesemos escapar.

Finalmente, y como es costumbre habia que celebrar. ¿Cómo me iba a ir para mi casa las 10 de la noche con tanta adrenalina atorada en el cuerpo?. No no no señores, pagando la cuta de mil pesos teníamos diversión asegurada donde la compañera francesa y los amigos de siempre.

Me acuerdo de todo. De la cajetilla, del ron, del hablar pero bajito, del es rubio pero feo, del agua es muerte, etc. Porque claro, las nueve horas de sueño -de 4am a 3pm- que le di a mi cerebro sirvieron para que cualquier efecto post-wasted fuese eliminado.
El asunto es que como decíamos ayer tan seria y serenamente: todo lo que sube baja, y ahora, sumida en la absoluta baja me viene el sindrome rockstar.

Entonces, la pregunta es: saciarlo o no. Organizar algo para mañana o no.
Controlarme o deshinibirme este 18.

Ahi veremos, por el momento.

Saluté.

2 Comments:

Macarena said...

ay. tu todo lo pones en un contexto tan cul. como el sindrome del rockstar. ahora voy a decir: ME DIO SINDROME DEL ROCK STAR VAMOS A TOMAR! xD

Andrea Hartung said...

aa ya
entonces tu ayer querias dos botellas de pisco sour pq andabai cn el sindrome de rock star
yo qe pensaba qe solo eras borracha