Rue the day

- Yo creo que más de diez veces me ha pasado lo mismo, y definitivamente no aprendo.
Es que no sé en qué pienso cuando miro la hora. No es que ande volada ni en otrsha como podria ser el caso, el asunto es que pienso mal y eso me traiciona.

Hoy tenía pre-u a las 17.00. Lo supe desde que desperté y lo recordé todo el día, pero claro, llego a mi casa, consciente de que estaba atrasada porque el bus se dió unas vueltas estúpidas e interminables por ir a dejar a una niña a su casa. Dios. ¡Es un bus no un furgón!.
Miro el reloj de la cocina (que desafortunadamente es con palitos, y yo, un ser humano de 17 años 11 meses, aún no sé ver bien la hora en esos). El reloj marcaba las 3.45 y en ese momento todo se desconfiguró.
Mi mente empezó a funcionar con la finalidad de estar almorzada y vestida para salir a las 16.00.
What the fuck ? Si saliendo a las 16.30 estoy más que bien para llegar al centro, ¿qué hice con esos treinta minutos?, o ¿Por qué de un momento a otro las clases en Preu empezaban a las 16.30?, ¿por qué si eran las 16.05 me sentía ya atrasada?, ¿por qué razono tan mal? o smplemente ¿donde quedó esa media hora de vida ?.

La cosa es que llegué casi corriendo a pre-u, no habia gente en el paradero, no habia gente a las fueras echando humo, no habia ambiente pre-clase. Eso en un principio me pareció extraño, había salido cinco minutos tarde de mi casa, no era como para que hubiese absolute cero movement.
Entro, le echo una mirada rápida al reloj que está en la entrada - que catastróficamente era a palitos - observo en fraccion de segundos que el minutero está en el número seis, y pienso: uhm, eso significa que son las "algo" y media. No shit!, no pude haber llegado tan atrasada!.

Miro dentro de la sala y escucho un silencio absoluto. De esos de prueba. Levanto la mano para golpear y me arrepiento. Miro al auxiliar y me dice: Pa' que vay a entrar, si quedan veinte minutos. Yo, plop. De qué está hablando este tipo. Veinte minutos?. Cual es la onda wey!.
Salgo y camino por innercia a la derecha - a la izquierda se acaba la calle - y trato de explicarme el despelote que habia en mi cabeza. Hasta que llegando a Mundo Hogar ocurre el "vuala moment". Y el "puta que soy hueona" de paso.
Me quedaba media hora para entrar a clases, y no hay ciudad más aburrida o poco disfrutable que Talcahuano. Por suerte me acuerdo que ando con el bendito libro "las peliculas de mi vida" asi que busco una banquita soleada en la plaza, me siento y empiezo a deborarsh.
Iba como avión, la infancia de Beltrán era entretenidisima asi que tomo la desicion de no entrar a Algebra, y llegar fácil hasta la 200.
Cumplo la meta y siento que todavía no es tiempo de llegar con una buena chiva a casa, asi que me voy al videoclub a leer las sinopsis de las películas.
Después de unos veinte minutos le pregunto la hora al tipo de turno y decido volvers.

Sigo leyendo en el bus, subo la vista y veo que ya estoy en Los Pollos, y me tengo que bajar, iba tan bien la historia que decido sentarme en la plaza cerca de mi casa a terminar el capítulo.

Entro, saludo a mi mamá, me pregunta como me fue, bien le respondo, tuve prueba asi que nos dejaron salir antes.

Pensar luego existir cona, pensar luego existir.