Meeting the idols

- El otro día leía el blog de la Blanca Lewin y ella contaba su experiencia neoyorkina de encontrarse con gente famosilla en la calle. Igual, Nueva York es New York y allá la gente famosa no es sólo conocidisima. Los tipos son celebrities themselves.
Mi punto es que me parece cómico, o mejor dicho, curioso lo que le provoca a un anónimo mortal ver a alguien conocido cerca de él, porque digámoslo, the closer the better. Es como si el ser masivamente conocido te hiciera una mejor persona, o alguien que merece admiración.
No sé. Si uno le pidiera autógrafos a la gente por su esfuerzo o los logros que han tenido en su vida laboral, creo que los agricultores o los barrenderos deberian empezar a contratar guardaespaldas.

Yo creo que el asunto pasa por otro lado. No sé por cual, pero por otro lado. Definitivamente.

Cuando era chica envidiaba a la gente que vivía en Santiago, porque ellos tenían la posibilidad de ver en vivo y en directo a toda la gente que salía en la tele. Me acuerdo que un día viajé a Fantasilandia, y fui a un mall con mi mamá. Tenía como 7 años y andaba con mi polera favorita: amarilla con un estampado gigante de los Power Rangers. En el estacionamiento vi a Hernán Hevia, un ene ene de todos los tiempos. Me emocioné tanto que no me atreví a hablarle, así que mandé a mi mamá (yo estaba más que preparada con mi libretita y lapiz). Al rato madre me llama y yo me acerco como tomate. El tipo me dice, ja!, que buena tu polera, y yo "em, je, gracias" y me fui.

Ese mismo día me crucé con Guido Vechiola, y vi a lo lejos a Leo Caprille. Ahora que lo pienso, es bien estúpido que una niña de esa edad se emocione viendo a Leo Caprile en la calle. Osea, yo no deberia saber de su existencia. A estas alturas te creo, pero a los 7 años no poh. Mal, mal.

Después, como a los 11, conocí a casi toda la seleccion chilena mundialista. La historia es bien fome asi que no la voy a contar, pero todo empezó porque mi papá se consiguió un pituto con sus amigos que jugaban golf en el mismo lugar donde la selección estaba "concentrandoce". Lo peor de todo es que ese día me hice la herida de mi vida, corriendo tras el Murci Rojas. Me saqué todo lo que es cresta en una bajadita de tierra que habia. Pero me fui feliz, porque le di la mano a Marcelo Salas. Todavia me pregunto por qué le di la mano. Podría haberle dicho "eres un jugador espectacular" o "vas a llegar lejos", pero no, yo sólo le dije "oye", y le di la mano. Cuec.

Podría decir que esa es mi historia de seguidora famoseril. En una de esas me traumé con tanto autografo y ahora solo me conformo con verlos de cerca, o hablarles.

Igual en el verano, andaba con toda la buena suerte de grupiear. De aburrida encontré el myspace de una de las finalistas de America's next top model, que era mi favorita y como diria manto, ai guas rudin for jer. Le mandé un mensaje interno, así como que no quiere la cosa, y la tipaza me lo respondió. En esta parte todos dicen, "ay te apuesto que no era ella", pero believe me, era ella.
Al poco tiempo encontré el de Julieta Venegas, y na de tonta, también le envié un mensaje interno, y adivinen qué, la mejicanota también me lo respondió. Simpatiquisima.
Ese mismo día encontré el de Anita Tijoux, la vocals de Makiza, Belle & Sebastian y Camera Obscura, y recibi respuesta de todos.

Ahora que lo pienso, esa semana deberia haberme comprado un kino, en una de esas me lo ganaba. Who knows.

Ps: Se me olvidó contar cuando hablé por primera vez con la Carola Urrejola por messenger, pero esa historia es como para un post entero. Fue muy muy freak.

En la foto, el Rockstar poh