Pelota, comida.

- El año pasado, en este mismo mes, yo no paraba de hablar de mis enfermedades. El resfrio, la sinusitis, los doctores, etc. Y ahora que lo reviso me doy cuenta lo triste que era mi vida en esas condiciones; postrada en una cama cual anciana en sus últimas y sin ganas de nada más que de recuperarme.
La historia no se ha vuelto a repetir ni mucho menos. Los achaques siguen, obviamente, y bien lo saben aquellos que soportan mis quejas diarias por el brand new pain del día. Pero todo es olvidable con un buen chiste o la entrega de una buena nota.

Sin embargo, y acá debo recurrir a este conector adversativo que me carga pero no se me ocurrió otro, hoy siento algo que pensé me había abandonado, y es: el dolor de estomago.
No entraré a detallar los síntomas porque claramente no son agradables para nadie, pero si me quiero detener en el tratamiento casero que deberia funcionar para afirmar a la guatita que anda delicada.

Es que para una persona como yo, cuya rutina de vida es abrir el refrigerador 30 veces al día y doblegar ese número para contar las cantidades que miro la despensa, es trágico tener que comer sólo cosas "blandas".
No sé si soy muy chancha o mi familia se ha convertido en un clan gringo cualquiera, pero en mi casa no existe la comida para enfermos.

Todas las sopas tienen esos condimentos exquisitos, pero que hacen mal. Todo lo bebestible es coca cola o jugo en polvo, que hace mal. Todas las galletas tienen crema de chocolate, o dulces encima, que hacen mal. Todo, todo, todo hace mal.
Desde ayer que como tallarines con tallarines y lo empiezo a odiar. No hay nada más asqueroso que el agua hervida helada, al té siempre lo he aborrecido, y creo que me he vuelto intolerante al pan tostado con quesillo.

Y sigo teniendo hambre, pero hambre de comida. De chanchadas, de frituras, de grasas, de condimentos, aliños, y todas esas cosas que hacen tan mal, pero a la vez, tan bien.

Nunca podré hacer dietas ni ser vegetariana, lo sé, y por eso lo único que espero es poder "afirmar la guata" antes del 18 para comerme todas los anticuchos y empanadas de la vida, porque al fin y al cabo food is all you need, ¿o no?

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